Todos los caminos llevan a Roma, aunque no son como esperamos
Vaya que son sabias las palabras de que la vida no es lo que uno espera, aunque visto de forma despersonalizada, en realidad, la voluntad sigue siendo la fuente de todo camino, en que lo distinto es el camino que creímos transitar, más no el destino primigenio.
El capítulo anterior les hablaba que había llegado al cargo de jefa del departamento de Asuntos Internacionales de la Cámara de Diputados, el cual, era por servicio de carrera y pude hacer una carrera ahí como muchos de mis colegas están, pero las inquietudes del corazón provenientes del sentido de ser, la línea, dirían los mayas, estaba generando una contradicción en mi espíritu y corazón, que fue complementada con una coyuntura.
Trayendo eso en mente, las cosas sucedieron y solo quedaba el sí a dar ese paso o no moverme, por tanto, lo di.
Fue un mensaje en Facebook de una persona llamada Moisés, con quien resultó que tuvimos coincidencias en la forma de ver México, de algunos amigos y más con Marcelo, yo en Cámara, él en Cancillería, así que nos vimos en un restaurante de San José Insurgentes para conversar, y dentro de ello, lo primero que surgió fue colaborar con mi editorial, dejando de responsable a mi director.
Con el paso del tiempo seguimos en comunicación, se transitaron cosas, hasta que se dio el destape de las corcholatas (termino tomado por AMLO), con lo que personalmente y con naturalidad, empezó a darse concurrencias con el equipo de Marcelo tanto de Cancillería como de territorio, ocupados en mis tiempos libres de fines de semana, en los pasillos o en la universidad. Para el 2022, estábamos transitando proyectos que tenían como fin, profundizar los lazos de lo que vendría en el futuro.
Ya en el 2023, puede decirse que estábamos dentro de los núcleos principales, más por sinergias, dado que no era del viejo equipo que llevaba con Ebrard desde el PCD, pero sí, con las nuevas generaciones, muchos, sobra decir, internacionalistas, y quizá conscientes todos que, este rol de contribuir a la vida democrática del país, el tomar un frente implicaría quizá ir distinto a la cargada que se entiende fue “oficialista”. Aclaro, sin que nada sea personal, porque una cosa es este proceso y la otra, lo que hacemos todos en lógica de Estado-nación para el bienestar común, el cual, implica hacer equipo entre trincheras.
En el mismo margen, retornando al 2022, en la Cámara de Diputados, quería generar un proyecto, el cual, después de mucho insistir con el soporte del titular del Espacio Cultura, Ismael Carvallo, del titular de la Unidad de Capacitación, León Aceves, y por supuesto de la secretaria general, la Mtra. Graciela Báez, se pudo hacer: la Cátedra Bicentenario entre México y Estados Unidos.
Forjar que las cosas sucedan, implica poner manos a la obra, así que me fui con mis propios recursos a Washington DC y a tocar puertas hasta que fueran abiertas, por lo que a mi regreso, había conseguido el contacto de la encargada de agenda del Speaker (Presidente de la Mesa) de la Cámara de Representantes que es el homónimo de la Cámara de Diputados, también de los titulares del Instituto México del Wilson Center, máxima organización de expertos de tal nación, de la Biblioteca del Congreso, que, a diferencia de nuestro país, implica un cuerpo de investigación y atribuciones únicas, además de universidad.
Igual, me di un viaje a New York, para tomar otros actores fundamentales, y en todo esto, vi con otro sentido, la historia de nuestras naciones, no olvidaré nunca estar en el día de celebración de Martin Luther King, el monumento de Lincoln en Día de Pascua con el amanecer, la estatua de Juárez, el capitolio, los gates ocultos en la Librería, o en New York, la tumba de Hamilton, la isla de Franklin D. Roosevelt y claro el ceremonial en Washington DC. Por mencionar algunos. Les hago una recomendación: dense el atrevimiento de viajar a un lugar desconocido solos, es única su experiencia.
Este esfuerzo rindió frutos, con el apoyo también de la Embajada de Estados Unidos, que, nunca olvidaré la primera reunión que me preguntaron porque quería hacer eso y más si ya había ido a Rusia y trabajado con China (vaya que sí hacen su trabajo) y les dije que no dejamos de ser las naciones con más vínculos del mundo.
Igual desde la posición política, se dio, con el apoyo del entonces diputado Miguel Torruco quien era presidente del Grupo de Amistad México-Estados Unidos, y del diputado Javier López Casarín, vicepresidente, y que busqué la coincidencia de él, porque era conocida su relación con Marcelo.
Así que fue el 14 de diciembre de 2022 que se inauguró la Cátedra Bicentenario, con la presencia del presidente de la Mesa Directiva Santiago Creel, del ex embajador Ken Salazar, que por cierto, resultó que los dos estudiaron juntos en la universidad, de los miembros del Grupo de Amistad México-Estados Unidos, académicos, empresarios, Cancillería, y de funcionarios, así como políticos de la Cámara de Representantes y de las instituciones de nuestro vecino, solo faltó el titular de la Junta de Coordinación Política Ignacio Mier, dado que un día antes había fallecido el ex gobernador de Puebla, Barbosa.
Cabe mencionar, que además se armonizó el ambiente con una alta actividad del Don Goyo, por lo que, cerrando la jornada, caía cenizas en todo el Recinto Legislativo.
Durante el año consiguiente, se hicieron sesiones de reflexión de esta relación, también otro tipo de proyectos y muchos otros quedaron en el tintero, que algún día sé que, desde otro rol, se concretarán.
Así que alrededor de marzo de 2023, además de los vínculos naturales que tuve con varias personas del equipo de Marcelo, el diputado Javier López Casarín me invito a pensar en una nueva organización y promover la vida democrática desde el proyecto de nación de Marcelo, por lo que me sumé, más como académica y que tenía algunos vínculos de tipo sindicalistas, del agro e indígenas, por lo mismo, que en otros capítulos conté, fueron parte de mis transitares desde que era universitaria. Por eso hay que siempre mantener la rima de las relaciones sociales.
Ese será otra aventura que ya contaré en el próximo capítulo, y ya para cerrar deberé decir, que esta transición a una nueva forma de vida, se sumó a otras más, con tensiones, discusiones sobre todo con quien era mi pareja, hasta el punto de cerrarla, a quien solo le dejo un mensaje y espero nunca nadie cometa ese error: la inseguridad y no escuchar son los escollos del amor, más para personas como nosotros, que estamos dispuestos a volar cualquier horizonte con tal de llegar y conocernos. ¿Encerrarnos? ¿Etiquetarnos? Él quería una mujer que pasara la vida bajo su línea, que fuera una exitosa funcionaria, yo, quedar en la historia, hacer todo lo posible para construir otro México asumiendo la política de lleno, aunque eso implicara quemar los barcos y arriesgar mucho más. Hacer el bien al ser amado, no siempre es desde una sola verdad.
Abrazos.
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