La guerra por el precio del petróleo y el desacoplamiento asiático del orbe financiero occidental

Fuente: El Faro Luz y Ciencia, lunes 3 de octubre de 2022, Ciudad de México

Por: Miguel Cabrera

Tiempo de lectura: 4 mins.

La experta en temas de energía y autora de 14 libros, otrora ministra del exterior de Austria y colaboradora del rotativo The Cradle, Karin Kneissl, nos presenta en una de sus más recientes columnas un significativo revisionismo a favor de los hidrocarburos que toda política de transición a nuevas fuentes debe tomar en cuenta.

La analista rememora que el pasado 6 de octubre la Unión Europea estableció un límite al precio del petróleo como parte del nuevo paquete de sanciones contra Rusia. Ese mismo día se reunieron 23 ministros de la OPEP+, quienes concordaron la reducción de la producción en dos millones de barriles diarios, en una clara antítesis de las medidas occidentales.

Refiere que desde diciembre de 2016 la OPEP clásica y su añadido de diez países se han coordinado para establecer las políticas de producción de energéticos pese al círculo de escepticismo que se formó en la palestra internacional sobre su asociación.

Anota que, en contraste con el período entre 1973 a 1985, el cual se caracterizó por la desarticulada relación de los integrantes de la OPEP, hoy en día antiguos rivales como Rusia y Arabia Saudita han logrado armonizar sus intereses en este importante rubro, y que en esa época bastaba una llamada telefónica de Washington a Riad para lograr influir en las decisiones de dicho gremio petrolero.

Nos recuerda que pese a que el poderío de las «siete hermanas», a saber, Standard Oil of New Jersey (hoy Exxon), Standard Oil of New York (Mobil), Standard Oil of California (hoy Chevron), Gulf Oil Corporation, Texaco, Royal Dutch Shell y la Anglo-Iranian Oil Company (hoy British Petroleum), llegó a su fin en la década de los setenta, es usual escuchar en Washington los reclamos de propiedad del petróleo oriental, como lo demostró la ocupación de Irak en 2003.

Hace un énfasis en la importante distinción entre los mercados financieros (controlados por las potencias occidentales) y los mercados energéticos (dominados por los países asiáticos y de Medio Oriente) para entender que el conflicto en Ucrania es básicamente una prolongación de la guerra por energéticos que ha dominados las décadas anteriores. En este caso la de intentar disminuir la importancia geopolítica que Rusia ejerce a través de sus importante producción de hidrocarburos.

Hace una crítica al hecho de que Estados Unidos, a través de su poder financiero, haya impreso tan sólo en 2022 más papel-moneda (dólares) que en toda su historia reciente, algo conocido como facilitación cuantitativa o QE por sus siglas en inglés, lo que ha creado los incentivos para que países como Arabia Saudita busquen hoy en día el desacoplamiento del sistema petrodólar a través de su acercamiento a China para posibilitar el comercio en yuanes, multipolaridad del orbe euroasiático que consolida geopolíticamente a la OPEP+.

Contextualiza la reunión de la OPEP+ del 6 de octubre en el marco de las próximas elecciones intermedias de EEUU del 8 de noviembre como un movimiento del bloque euroasiático que también hace las veces de modificador preponderante, pues los electores van a reaccionar en las boletas ante un aumento del precio de los combustibles, lo que ha tensado la relación de Estados Unidos con Arabia Saudita, y como profilaxis ante la recesión económica que se vaticina. Karin Kneissl observa de ese modo cómo Washington pierde influencia en la región de Asia Occidental, y que las capitales árabes no han olvidado la defenestración del presidente egipcio Hosni Mubarak en 2011, otrora uno de sus importantes aliados. La austriaca fustiga de ese modo las sanciones a Rusia como modificador de la oferta y demanda del mercado energético, lo cual aunado a la crisis económica provocada por el Covid-19 y la facilitación cuantitativa derivada de ella tienen a Occidente en vilo.

Finalmente, Karin Kneissl comenta la importancia de China en la reactivación económica mundial ante las crisis de C19 y la burbuja inmobiliaria de 2008 al depender su producción económica de grandes volúmenes de importación de hidrocarburos, algo que recientemente Rusia, Arabia Saudita o Irán han sabido aprovechar con la celebración de acuerdos en infraestructura energética (Siberia 2, entre otros) o rutas comerciales (la Ruta de la Seda).

Con razón Joe Biden no planea reunirse con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, durante la próxima reunión del G-20 a celebrarse en Bali, Indonesia, el próximo 15 de noviembre.

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Miguel Cabrera (Ciudad de México, 1988) es analista multidisciplinario de asuntos internacionales, economía y cultura, egresado de la UNAM. Es editor independiente y fundador del proyecto para la promoción de la paz Arcadia México.

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