ENTREVISTA: Mtro. Pablo Yanes Rizo: Coordinador de Investigaciones – Sede Subregional de la CEPAL | ODS 10: Reducción de Desigualdades

Fuente y Redacción: El Faro Luz y Ciencia, lunes 23 de noviembre de 2020, Ciudad de México.

Entrevistado por: Karla Regalado* Miembro de la Red El Faro para la Agenda 2030.

Con el pleno compromiso de redoblar los esfuerzos por alcanzar las metas comunes globales acordadas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas ante un escenario de consecuencias sanitarias, sociales y económicas resultantes de la pandemia COVID-19, y para acercar la información asertiva, hemos realizado una serie de entrevistas a los principales actores multilaterales internacionales: los Organismos Internacionales Gubernamentales; con el fin de dar a conocer las propuestas, recomendaciones y acciones a favor de esta Agenda tan importante para la humanidad y el planeta.

Es por ello que en esta ocasión los invitamos a leer la entrevista exclusiva al Mtro. Pablo Yanes Rizo Coordinador de Investigaciones de la Sede Sub-regional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe CEPAL para México, Centroamérica, Cuba, República Dominicana y Haití.


Alcanzar la vida plena para toda persona, representa un derecho humano que puede verse amenazado por la existencia de desigualdades en los diversos sistemas sociales, políticos, económicos y culturales en los que interactuamos y un desafío vigente en América Latina y el Caribe. Es por ello que en esta ocasión, hemos acercado a ustedes el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10: Reducción de las Desigualdades.

Leer: Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países

En Entrevista Exclusiva el Mtro. Pablo Yanes de la CEPAL nos profundiza en comprender este ODS, así como las acciones que está realizando el Organismo que representa.

Es Licenciado en Economía y Maestro en Gobierno y Asuntos Públicos por la Universidad Nacional Autónoma de México. Ponente en diplomados, seminarios y congresos sobre política social, desigualdad, pobreza, evaluación de políticas, exclusión social, perspectiva de género, derechos humanos, ingreso ciudadano y derechos indígenas en México y en el extranjero. De 1994 a 1998 se desempeñó como Subdirector de Antropología Jurídica de la Dirección de Procuración de Justicia del Instituto Nacional Indigenista. En 1995 y 1996 formó parte de la delegación del Instituto Nacional Indigenista en los diálogos de paz con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Entre 1998 y 2012 tuvo de manera ininterrumpida diversas responsabilidades en el campo de la política social del Gobierno del Distrito Federal. De septiembre de 1998 a diciembre de 2000 fue Director de Atención a Personas con Discapacidad, Adultos Mayores, Indígenas y Minorías de la Dirección General de Equidad y Desarrollo Social del Gobierno del Distrito Federal. De diciembre de 2000 a junio de 2002 fue Director de Atención a Pueblos Indígenas de la misma dependencia y en 2008 fue Director General de Equidad y Desarrollo Social. De febrero de 2008 a agosto de 2012 fue Director General del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal (EVALÚA DF). De septiembre de 2012 hasta octubre de 2014 fue Jefe de la Unidad de Desarrollo Social para México, Centroamérica, Cuba, República Dominicana y Haití de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) de las Naciones Unidas. Desde noviembre de 2014 hasta ahora,  se desempeña como Coordinador de Investigaciones de la Sede Sub-regional de la CEPAL para esos mismos países.

Entrevista:

El Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 trata sobre reducir la desigualdad en y entre los países. Tomando en cuenta esto, ¿Cuáles son las propuestas de la CEPAL que pueden ayudar a cumplir las metas de este ODS?

Yo diría que una de las novedades más relevantes que tiene la Agenda 2030 o los ODS respecto a los ODM fue precisamente el énfasis en la problemática de la desigualdad y del hecho de haber colocado un objetivo explícito en esta materia en esta Agenda. Y adicionalmente, me gustaría señalar el fraseo que tiene el Objetivo que es “abatir la desigualdad al interior y entre los países”, es decir, que hay que cerrar dos brechas:

Las brechas tan grandes que existen dentro de los países, pero también estas brechas de desigualdad entre los países. Por ello no deja de ser sintomático, por ejemplo, que las metas en materia migratoria estén en el ODS 10.

El reconocimiento a estas motivaciones estructurales de las migraciones tienen mucho que ver con las brechas de desigualdad entre los países.

Mtro. Pablo Yanes.

Para la CEPAL es además particularmente importante que se haya colocado el tema de la desigualdad porque es un asunto en el que hemos venido insistiendo como Organismo desde hace un tiempo. Recordemos que desde el año 2010 se produjo un importante documento que se llama precisamente “La hora de la igualdad”, mientras que ahora, en todo el mundo se habla de la desigualdad y de la importancia de las políticas a favor de la igualdad; pero hace 10 años no era así, todavía estaba muy situado en atender las carencias extremas, solo se fijaba la atención en la pobreza extrema, pero no propiamente en la desigualdad.

En lo que respecta a la producción y reproducción de la desigualdad, por lo menos en América Latina y el Caribe, tiene un carácter estructural sistémico-histórico y por ende es muy difícil, en realidad es imposible creer que la desigualdad puede ser abatida de manera sustancial, sostenida solo con la aplicación de algunas políticas puntuales.

Es decir, en la CEPAL lo que postulamos es la necesidad de un nuevo estilo de desarrollo, un cambio de época que coloque la igualdad y la sostenibilidad en el centro. Para tener un proceso de reducción sustantiva y sostenida de la desigualdad en América Latina primero partamos de que es una región en donde hay una distancia grande entre el tamaño de su economía y el bienestar del que goza la población, es decir, es muy usual que se diga que América Latina es la región más desigual del mundo, pero no la más pobre. En ese sentido, no es un asunto exclusivamente de carencia absoluta de recursos, sino de estructuras productivas y distributivas basadas en una cultura de privilegio que tienden a concentrar el ingreso.

Por lo que nosotros consideramos que es fundamental mejorar la distribución funcional del ingreso que tiene que ver con la parte que se apropia del capital; la parte que se apropia del trabajo; construir verdaderos Estados de Bienestar en clave universalista y distributiva que hagan efectivo el acceso a los derechos. La política fiscal es fundamental para lograr procesos redistributivos en América Latina. Asimismo, el papel que tiene la estructura de la propiedad y el potencial de la propiedad pública de los bienes comunes, así como de la propiedad social.

Si queremos efectivamente sociedades mucho más igualitarias necesitamos en esencia un cambio de modelo, un cambio de estilo de desarrollo y poner en el centro la igualdad como un objetivo y al mismo tiempo como una condición de desarrollo.

Mtro. Pablo Yanes

En el último período la CEPAL y la Habana, Cuba emitimos un documento que se llama la “Ineficiencia de la Desigualdad”, es decir la desigualdad no solo es cuestionable en términos éticos, también en términos políticos, en conjunto, ambos deben accionar para lograr mejores niveles de desempeño y desarrollo económico. A grandes rasgos esa sería nuestra propuesta.

La meta 10.3 habla sobre la promoción de las legislaciones para que sean más inclusivas y que garanticen mayor igualdad de oportunidades para reducir la desigualdad. Al respecto, desde las funciones de la CEPAL ¿Qué recomendaciones puede dar a los gobiernos para que sus legislaciones logren disminuir la brecha de desigualdad?

Ojo con un punto, en la Agenda 2030 se habla de igualdad de oportunidades, pero también de igualdad de resultados y esa es una novedad muy relevante que trae la Agenda. No se trata solo de que la gente pueda salir más o menos al mismo tiempo al inicio de la carrera, sino que también básicamente la gente llegue junta al final de la carrera, es decir, no únicamente importa el punto de partida, sino que también importa el punto de llegada y en ese sentido, todas las políticas que desmonten la cultura del privilegio, todas las políticas que vayan en la dirección de reforzar la igualdad de trato, la igualdad sustantiva y la no discriminación parecen fundamentales. Sin embargo,  tenemos que ver los asuntos de orden estructural y no solo el trato igualitario para una persona en lo particular, porque efectivamente puede haber personas en lo individual de los grupos tradicionalmente excluidos que logran sobrepasar ciertas barreras de acceso, pero el grupo social en su conjunto permanece en una situación de subordinación y de exclusión.

Entonces, debemos tener muy presente todo lo que son políticas distributivas, políticas de igualdad de trato y de no discriminación, políticas destinados a garantizar el acceso efectivo a los derechos para todas las poblaciones e impedir que el acceso al goce de derechos civiles públicos reproduzca desigualdades, por ejemplo, si hay mucha desigualdad en el acceso a la salud o en el acceso a la educación.

Lo que estamos haciendo es reproducir también mecanismos de exclusión y de desigualdad. En ese sentido, que tengan su lógica no sólo la compensación, sino esencialmente la redistribución.

Mtro. Pablo Yanes

Las políticas de vivienda, las políticas destinadas a las mujeres, a los pueblos indígenas, a los niños y jóvenes, todos estos tienen que entrar con esta lógica de igualdad sustantiva y articular las políticas en función de esta perspectiva. No se trata solo de aliviar los peores efectos de la exclusión y de la discriminación, sino de desmontar las estructuras que lo reproducen.

Con la pandemia del COVID-19 ¿Cuáles considera que son los retos y oportunidades que se han presentado para el cumplimiento del objetivo?

Recomiendo que visiten en la página de la CEPAL el Observatorio COVID-19 en el que realmente hemos estado muy activos. La Secretaria Ejecutiva Alicia Bárcenas ha estado constantemente dando informes especiales sobre los desafíos que implica la COVID-19 para el modelo de desarrollo y para las políticas de corto plazo, pero básicamente podemos resumirlo en la idea de que “la pandemia reveló las verdaderas fragilidades estructurales del modelo de desarrollo“. Esto por cierto, el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, habló sobre “combatir la pandemia de la desigualdad al dotarnos de un nuevo contrato social y construir un nuevo pacto global“.

Ya las cosas no iban muy bien, ya habíamos alertado en diversas ocasiones que la situación se ha deteriorado en términos económicos y en términos sociales en América Latina y el Caribe. La pandemia lo que vino a expresar es exponencialmente todas las fragilidades y fallas sistémicas. En ese sentido, desde la CEPAL nos hemos planteado la necesidad de una transformación productiva muy profunda y la creación de un verdadero Estado Social a un verdadero régimen de bienestar que proteja a las personas y que efectivamente garantice su acceso a derechos. Es urgente la universalización del acceso a la salud social, la garantía de pensiones dignas, la creación de un ingreso básico universal  para que las personas tengan una seguridad económica básica, la construcción de un sistema público de cuidados.

Hay que repensar muchas cosas porque la verdad en términos de bienestar y protección social, esta gran prueba de estrés a la que nos ha sometido la pandemia, produjo que no pasáramos la prueba. Esto reveló que tenemos limitaciones muy profundas y no podemos simplemente creer que las cosas serán de la misma manera.

Con respecto a la Agenda 2030 ¿qué nos dice la pandemia? Nos coloca en una situación muy peculiar: se reitera, profundiza y subraya la importancia de la Agenda 2030, los principios fundamentales en los que está construida, la necesidad de articular y vincular el pilar social, el pilar económico, el pilar ambiental, creo que no deja ninguna duda.

Sin embargo, el tema es que las condiciones materiales de realización de la Agenda se complejizan mucho precisamente porque estamos frente a una caída económica histórica en donde la presión sobre las economías es muy grande y los pronósticos en términos de incremento de la pobreza extrema y las desigualdades están ahí, hace que sea probable que el primer tercio, -por decirlo así-, de lo que se había avanzado del 2015 al 2020 se revierta, pero eso no pone en duda la importancia de la Agenda 2030, al contrario, pone de relieve su importancia y la necesidad de encontrar nuevas políticas, nuevas trayectorias del desarrollo, nuevas perspectivas para efectivamente acercarnos al cumplimiento de esa agenda en la que se nos va la vida.

Es decir, pensemos en esto, si no se cumple, esto significaría un conjunto de retrocesos, tiene efectos significativos sobre la sociedad, sobre el medio ambiente y sobre el planeta.

Hoy más que nunca es pertinente la Agenda 2030 y hoy más que nunca es necesario hacer un doble o triple esfuerzo para acercarse a su cumplimiento.

Mtro. Pablo Yanes
Además de la pandemia ¿Qué otros elementos incentivan el crecimiento de la desigualdad y qué podemos hacer como sociedad para ayudar en su reducción?

Retornando al factor sistémico y estructural de la desigualdad, tenemos además un modelo de desarrollo económico que tiende crecientemente a la concentración, por lo que ha habido crecimiento de la desigualdad. También hay que subrayar que no sólo es un fenómeno cuantitativo, también ha habido una modificación de sus características principales.

La desigualdad que estamos enfrentando hoy a escala global es una desigualdad que va acompañada de mucha precarización, de mucha inseguridad y de mucha incertidumbre. En particular todas las sociedades de la historia del capitalismo son sociedades muy desiguales, pero no es la misma desigualdad siempre o que crezca o que disminuye. Digamos que hoy estamos en un régimen de acumulación y de bienestar en donde la desigualdad ha ido acompañada de un creciente debilitamiento de instituciones que proporcionaban seguridad e incertidumbre, es decir, ya la estabilidad del empleo se ha vuelto una rareza. La precarización y las condiciones laborales se han expandido muchísimo, la duda sobre los sistemas pensionarios es grande, así como la duda de los jóvenes en el vínculo de acceder a la educación a universitaria y posteriormente conseguir un buen empleo. La movilidad social que se asociaba con la educación y la inserción social proporcionada en el empleo, hay que decir ya no es una certeza como se tuvo en otras épocas.

Entonces, tenemos una desigualdad precarizante  y es un elemento central ha tener presente en el diseño de políticas contra  la desigualdad. 

Mtro. Pablo Yanes

No sólo debemos trabajar en qué tanto se movió el coeficiente de GINI, que es importante, sino también en tratar de entender en que medida los resortes se están sosteniendo del crecimiento de la desigualdad que parece que se han modificado en términos de debilitamiento de la perspectiva de los derechos sociales y de las redes de seguridad y de certidumbre que estuvieron asociados en los valores clásicos utilizados en los Estados de Bienestar construidos después de la Segunda Guerra Mundial.

¿De qué forma la cooperación internacional puede dar avance en la reducción de la desigualdad?

Tiene un papel fundamental. Hay que revisar ideas que están presentes en la cooperación internacional en los últimos lustros, por lo menos; por ejemplo, definir realidades en función del ingreso de los países. Esta idea de que los países llamados de renta media son países que tienen que arreglárselas solos.

Segundo, una idea de la cooperación internacional muy vinculada a los principios que han regido en términos de la focalización de la pobreza extrema. En muchas ocasiones de define que “la cooperación solo se requiere dirigir a países extremadamente pobres y poblaciones con extremas carencias hay que revisar estas categorías”, por lo que hay que asumir que esta categorización de renta media puede ser muy engañosa porque oculta las profundas brechas estructurales y las carencias dentro de estos países. Hay un estudio sobre brechas estructurales que hizo la CEPAL y se encontró que el 80% de la población del mundo vive en países categorizados como países de renta media. Se requiere de nuevos modelos prioritarios.

Por otro lado, lo que me parece una sacudida para la cooperación internacional, es en entender fenómenos globales del nuevo tipo como la pandemia y la necesidad de tener enfoque de brechas de desigualdad no solamente de carencias extremas, pobreza extrema que por supuesto hay que atenderlo y resolverlo.

La cooperación internacional se encuentra con un desafió muy grande.

Mtro. Pablo Yanes

Finalmente, yo recuperaría lo que dijo el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en su discurso del 18 de julio con motivo de la conmemoración del nacimiento de Nelson Mandela, en el cual, habló de una nueva gobernanza internacional, un nuevo pacto global, reforma de las instituciones globales, del sistema Bretoon Woods y del Consejo de Seguridad.

La cooperación internacional va a requerir encarar las implicaciones de un cambio de época y será necesario dotarse de una nueva mirada que sea más cercana al nuevo contrato social,  al nuevo pacto global, al cierre de brechas de desigualdad, al interior y entre los países  y repensar los procesos de tomas decisiones, así como renovar las categorías que suelen ser endebles metodológicamente para clasificar a los países como de ingreso bajo, ingreso medio, ingreso alto. Yo creo que viene un desafío reflexivo para la Cooperación Internacional y no únicamente un ajuste de políticas.

Conoce:

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