Por Dora Isa González
La semana pasada, nos llegó el resultado de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana que realiza el INEGI, con el no tan sorprendido resultado de que la alcaldía Benito Juárez en la Ciudad de México es la menos insegura del país con una percepción positiva del 88.9%.
Pero no es el único atributo que acompaña a nuestra localidad, porque también es considerada con el mayor Índice de Desarrollo Humano del país e internacionalmente es comparada al de Suiza, -y no lo digo yo, sino el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo-, el cual, evalúa el nivel educativo (más del 70% cuenta con licenciatura), las oportunidades de salud y los ingresos.
Y para cerrar con broche de oro, el CONEVAL cataloga a la demarcación con el menor rezago social, es decir, donde hay menos desigualdad entre el que tiene más ingreso y el que tiene menos, así como las oportunidades para la movilidad social (ojo, concientizando que no es totalmente igualitario, pero sí, donde es más, imaginen el resto del país). Demos un aplauso y que orgullo para los que somos benitojuarenses.
Por más que se desee tiznar estos logros, se le debe dar su debido reconocimiento a quienes han gobernado nuestra alcaldía durante los últimos 30 años y que será con quienes se gane en las urnas este 2024, ahora encabezado por Luis Mendoza Acevedo por parte del Partido Acción Nacional y aliados, quien además, como me lo ha dicho personalmente, no le es suficiente con el resultado actual, sino que desea escalarlo al siguiente nivel: que sea la ciudad del siglo XXI que compita en todos los sentidos con las ciudades más importantes del mundo, tanto en seguridad, innovación y sostenibilidad, todo plenamente distribuido entre poniente y oriente.
Es, además (para el pesar de muchos), un ejemplo para el progresismo latinoamericano, porque ser progresista, alguien de izquierda, implica que, en el resultado, alcances la igualdad en la ciudadanía que te toca representar, y quien diga lo contrario, es que esta cayendo en la banalidad ideológica, que como el opio, marea, confunde y no deja ver con claridad.
También, es favorable, para los criterios democráticos, la Nueva Gestión Pública y de la gobernanza, ya sea estadounidense o europea, porque en las últimas elecciones, hemos tenido el mayor índice de participación ciudadana, con más del 64% y estimamos que para esta elección sobrepase en más del 70%. No hay otro de ese nivel en México.
Paradójicamente, las principales figuras públicas del país viven o han vivido en Benito Juárez, y para los partidos contrarios que ven con frustración que no pueden compararse con los resultados de esta localidad, han optado en recurrir a las herramientas de los mercenarios: la calumnia y la persecución, en particular, en este proceso electoral. Afortunadamente para la calumnia ya expresó medidas el Instituto Electoral de la Ciudad de México, aunque no le hagan mucho caso como todo lo que huele a legalidad.
Como un reflejo de lo que sucede en otras localidades de nuestro México, en imponer candidatos afines al crimen organizado, en nuestra alcaldía, los guinda han apostado en poner perfiles en BJ de lo más turbio y menos competitivos, que pareciera una mala broma de quien sin ver su propio ojo, se burla del otro. Como me lo han dicho ciudadanos y trabajadores: “Lety Varela, ¿dónde esta Canuto el perro que escondiste por tu incapacidad?, ¿qué le hiciste a la caja de ahorro de policías capitalinos de 50,000 millones de pesos?, ¿porqué usar el INVI para adquirir propiedades y amenazar vecinos?”. Tendrá que contestarlo algún día.
Quizá, esta elección poco concientizada es un augurio de la decadencia del partido y aliados “Sigamos Haciendo Historia”, que, entre sus miembros nunca dimensionaron al ser zánganos del luchador social (que ahora no puede reconocerse a sí mismo en el espejo), lo que representaba abanderar una causa legítima. Por ahora, para ellos es demasiado tarde para retractarse, más sí desentenderse. Ya sabremos hasta cuando les cae el 20.
Benitojuarenses, estamos en pie de lucha, estamos con quien sí ha tenido la humildad de escucharnos, alguien que viene de abajo y sabe que hay mucho por hacer: Luis Mendoza. Apenas es el comienzo de demostrar cómo se debe gobernar, le pese a quien le pese, y más aún decir que será en pluralidad y por el bien común.
Seremos referente mundial.
