En la historia contemporánea de América Latina, la poesía ha sido un medio de expresión poderoso y transformador. En particular, las poetisas latinoamericanas desempeñan un papel fundamental en la lucha de la justicia social y la resistencia política. A través de su arte, tratan temas como, la dictadura, la opresión y la identidad cultural, utilizando la poesía como un vehículo para expresar su postura política y social. En este artículo, exploraremos el impacto de las poetisas en el ámbito político y cómo influyen en los movimientos de resistencia.
La poesía como voz de denuncia:
Las escritoras utilizan su poesía para denunciar las injusticias y la opresión en sus respectivos países. Mediante el uso de imágenes vívidas y metáforas poderosas, exponen el sufrimiento de sus comunidades y desafían los regímenes machistas y autoritarios. Por ejemplo, la escritora chilena Gabriela Mistral…
Las diversas facetas de Mistral (maestra, poeta, cónsul y secretaria de las sociedades de las naciones) la llevaron a convertirse en una de las mujeres más influyente del mundo occidental de la primera mitad del siglo XX; siendo parte de la reforma educacional del México posrevolucionario de 1922 (Gazarian et al, 2008) – cuya nación fue el principal hogar de la intelectualidad latinoamericana, anti oligarca y anti imperialista- bajo la dirección de José Vasconcelos como Ministro de educación pública y del presidente Álvaro Obregón.
Asimismo, no podemos dejar de mencionar su galardón como premio Nobel de literatura en 1945 (Quezada, 2004), el cual fue el primero para un autor de nuestro continente.
El Nobel que ganó Gabriela Mistral le abrió las puertas hacia el Olimpo de la intelectualidad mundial, que a pesar de los prejuicios de su origen latinoamericano y su condición de mujer, Mistral logró instalar sus prosas en la cima mundial de la literatura. En términos de la resistencia a través de la palabra, las poetisas han utilizado la poesía como una forma de resistencia activa.
Sus escritos son un medio de protesta contra la dictadura y la represión política, tal como lo hizo Alfonsina Storni, en el que lanzó su proyecto literario en 1916 con el fuerte poema ‘La loba’, en con el cual rompe de manera muy clara con el sistema político y cultural, y que está incluido en el libro La inquietud del rosal. ‘Yo soy como la loba / quebré con el rebaño”. La postura que da en sus libros, está también en otros poemas y en textos periodísticos de Alfonsina, en el que figuran duras críticas al sistema político y cultural; y en particular a los regímenes electoral, jurídico y laboral; la clave irónica es una de las opciones y hasta sobre la guerra en Europa.
En las notas periodísticas escritas en las revistas La Nota, Fray Mocho y El Hogar; y los diarios La Nación, Crítica y El Mundo, el sistema mediático masivo de entonces, aboga por los derechos a tener patrimonio, al divorcio, a votar, altos salarios, reducción de horarios laborales e igualdad con los varones.
Se trata, evidentemente, de una plataforma política de alta consideración. Nótese que algunos de esos puntos se harán efectivos varios años después..
Estas escritoras han utilizado su poesía para explorar y celebrar la diversidad de las culturas latinoamericanas, fortaleciendo el sentido de pertenencia y orgullo. Un ejemplo muy importante es la nicaragüense Gioconda Belli, es una de las autoras más reconocidas de América Latina. Su experiencia como miembro del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que en 1979 derrocó a la dictadura de Anastasio Somoza en su país, la ha dotado de un excepcional punto de vista como mujer poetisa y novelista, tanto en la literatura como en la política. Hoy en día es una importante crítica del gobierno de Daniel Ortega, al que considera neoliberal a pesar de su retórica revolucionaria y sandinista.
El legado que nos dejan sus obras, da un impacto en la esfera política y social, de la cuales no se pueden subestimar. Las escritoras son y serán una herramienta para afirmar la identidad cultual y así resistir la asimilación, impuesta por los poderes dominantes políticos y sociales.
Los trabajos de estas escritoras trascendieron el tiempo y dejaron un legado duradero. Son una inspiración para las generaciones futuras, que continúan utilizando la poesía como un medio de expresión política y social. Se ha demostrado que las palabras tienen el poder de desafiar la injusticia y la opresión, y de construir puentes de solidaridad entre las comunidades.
En conclusión, nuestras poetisas latinoamericanas utilizan su escritura como una forma de resistencia política y social; a través de sus palabras, han denunciado las injusticias, desafiado las normas sociales y reafirmado la identidad cultural latinoamericana.
Su legado continúa siendo una fuente de inspiración para todos aquellos que buscan la justicia y la transformación política. Como sociedad, debemos reconocer y valorar el poder de la poesía, como una voz de resistencia y celebrar el coraje y la creatividad de la poesía latinoamericana que simplemente desafía los límites impuestos.
Escrito por: Andrea Oliva Velázquez