Fuente: El Faro Luz y Ciencia, lunes 23 de noviembre de 2022, Ciudad de México
Por: Miguel Cabrera
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En uno de sus más recientes artículos, Alastair Crooke, periodista y exdiplomático británico, da cuenta de algunas importantes actualizaciones geopolíticas cuando se toma como referencia cronológica las elecciones intermedias de EEUU 2022.
En primer lugar y respecto a estas afirma que la distribución del más reciente voto estadunidense coloca a la cámara de representantes bajo la esfera republicana y al senado en el ala demócrata, por lo que es poco probable que en dos años algún tipo de legislación pueda ser realmente trascendente respecto a la política internacional de aquel país, particularmente el caso de la guerra en Ucrania. Critica por igual que el sistema de votaciones de EEUU se haya vuelto tan poco eficiente con un sistema de votos que comienza anticipadamente 50 días antes del día de elecciones, y que puede durar semanas después del mismo.
En resumidas cuentas, para Alastair Crooke la importancia de las elecciones intermedias computa en cero en el sentido en que el nulo cambio de dirección se compara con la vorágine de acontecimientos que, desde la periferia del dolarcentrismo, se gestan y se sincronizan con una relevancia geopolítica sin precedentes en beneficio del continente euroasiático.
De esta vorágine, el periodista destaca la más reciente visita del presidente Xi Jinping a su contraparte árabe en Riad, el príncipe heredero Mohammad bin Salman para precisar los términos de su acuerdo petrolero. Lo preponderante es el giro que Arabia Saudita ha hecho para acercarse al fuero gravitatorio de los BRICS+, lo cual contraviene la alianza más que estratégica de petróleo por dólares que el país oriental ha mantenido con Washington. Aquí vale la pena comentar que esto demuestra el valor actual del petróleo como carta estratégica. Los expertos refieren su importancia hasta 2050, por lo que la transición a energías de otras fuentes va a demorar 28 años más, por lo menos.
Añade también el caso de Turquía, donde los más recientes atentados de origen presuntamente kurdo han tensado nuevamente las relaciones con Estados Unidos. Nos recuerda que en semanas recientes Turquía y Rusia han pactado la construcción de un hub o central gasera en el país otomano, al cual también ha sido invitado Irán de cara a la consolidación del continente euroasiático como una poderosa región de libre comercio.
En relación a Irán nos informa de su desarrollo de misiles hipersónicos que, según declaraciones del general Hajizadeh, puede viajar a cinco veces la velocidad del sonido con capacidad para burlar cualquier tipo de defensa de misiles convencional. Se nota que, en caso de ser cierto, muy probablemente Irán y Rusia mantengan un «acuerdo secreto» de transferencia de tecnología, lo cual, refiere Crooke, vuelve anacrónico y caduco al Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA en inglés) celebrado en la administración de Obama, en el sentido de que Irán, con su aparente próxima panoplia de misiles hipersónicos, ya no aspiraría a ser una potencia de destrucción con ojivas nucleares. También anota que el país persa recibió una flotilla de aviones rusos SU-35 según el acuerdo celebrado con Nikolai Patrushev (influyente secretario del Consejo de Seguridad de Rusia), quizás a cambio de la venta de drones iraníes que presumiblemente han estragado las filas del ejército ucraniano.
El autor reconoce que el agrupamiento de Rusia con Arabia Saudita, Turquía e Irán está logrando disolver el clásico antagonismo entre musulmanes suníes y chiitas que lograron contraponer a Irán con el resto de la población musulmana, la cual asciende a cerca de 1,800 millones de habitantes, más que la población de India o China de manera separada.
Subraya que acuerdos como la Organización de Cooperación de Shanghai valoren la soberanía de civilización de cada país que la integra y anota que tanto África como el resto del Sur Global se han aproximado al orbe comercial de China a través del concepto BRICS+.
Finalmente y en cuanto a Europa, comenta que el sabotaje a los gasoductos Nordstream jugó parte como catalizador de la nueva redefinición del Viejo Continente ya sea como un posible nuevo jugador en alianza con Eurasia, o bien, como confirmación de su sempiterna alianza con Estados Unidos.
La realidad es que tal como pinta el panorama, creemos que Europa difícilmente logrará un acuerdo trascendente y expedito con China.
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Miguel Cabrera (Ciudad de México, 1988) es analista multidisciplinario de asuntos internacionales, economía y cultura, egresado de la UNAM. Es editor independiente y fundador del proyecto para la promoción de la paz Arcadia México.