Escrito por: Ricardo Chang.
Una de las herramientas básicas e indispensables del aprendizaje en el ejercicio del poder político es la disciplina, cosa diferente a ser disciplinado, pero vale la pena recordar que la palabra disciplina del latín es un derivado de discipulus, que el concepto más cercano es discípulo, además, la misma palabra puede ser interpretada como: becario, pasante o alumno, mientras que, en la conjugación de lo público es estar alineado.
Pero alineado, no es ser disciplinado, sino estar en sintonía, o, en otras palabras, estar en línea. El avanzar, remar o aspirar juntos, es más rentable si lo hacemos con una debida sincronización, cual debe ser conducida por una pretensión muy particular, basada en la experiencia del que va enfrente para que con ellos se llegue a la meta y ser victoriosos.
La globalización en el siglo pasado contrajo y conllevó a que los políticos se reinventaran, retomaran cosas y conceptos de la vieja escuela de la política, mismos que están presentes en muchas disciplinas sociales y empresariales. Al día de hoy, muchos agentes de cambio, se confunden al pensar que, al ser instrumentos o hilos conductores de sabiduría, pueden tomar decisiones sin seguir la línea, pasando desapercibido el motivo de las decisiones.
En la actualidad, las redes sociales vuelven a dar ese empuje a los políticos para involucrase y retroalimentarse nuevamente, ya con el antecedente del impacto de la globalización. Hoy brotan noticias, momentos, sentimientos de interacción, de manera virtual a través del internet. Es decir, nuevamente la clase política o los que ejercen en la política, se volvieran a reinventar con la vieja disciplina.
Por lo anterior, lo que principalmente evalúa una institución como un partido político, un sindicato, una organización de la sociedad civil, en cada uno de sus elementos, la pauta es que sigan la línea, esa que se defiende y algunos hasta se casan con el color, la doctrina, las letras, las insignias, se mentalizan absolutamente en eso. Lógico, si los miembros, elementos o integrantes, crecen intelectualmente, se enaltecen al interior de la misma corporación, por tanto, hay crecimiento interno mutuo.
Si uno se disciplina, el resultado es sin duda, la promoción a cubrir otros espacios, y si esa persona sigue la línea como desde su principio, fortaleciendo sus niveles profesionales, con crecimiento intelectual o educativo, pues da el pleno mensaje al tomador de decisión en la seguridad que, todo político busca en personas para seguir creciendo en el terreno del ejercicio político u gubernamental.
No es una reflexión y mucho menos, una suposición, pero si son datos técnicos para definir qué hacer. No es para principiantes estas palabras, sino para quienes a través del tiempo se distrajeron en el camino por el cual se involucraron en política, con lo que es bueno retomar y saber equilibrar las diferencias entre disciplina y seguir la línea.
Los períodos electorales nos alcanzan, no hay tiempo para esperar los tiempos, sólo tener muy claro que las decisiones políticas se toman en cada momento. No esperemos a que lleguen las elecciones o las coyunturas, estamos en el instante correcto y con las personas indicadas, sólo hay que volver a recordar, el porqué hacemos equipo político, así como, cuál es el papel de cada uno.