Fuente: El Faro Luz y Ciencia, martes 28 de abril de 2020, CDMX.
Escrito por: Marcos Guerrero* Miembro de la Red Juvenil El Faro/Agenda 2030.
Durante las últimas semanas se ha publicitado acerca de la disminución de los gases de efecto invernadero y la contaminación en distintas ciudades alrededor del mundo, esto, a causa del aislamiento provocado por la pandemia COVID-19
PANDEMIA COVID-19: UNA VENTANA DE OPORTUNIDAD PARA ENERGÍAS NO CONTAMINANTES.
¿Realmente, el mundo ha tomado un respiro en estos días que la actividad económica y la movilidad humana se han frenado? Este acontecimiento nos permite reflexionar sobre nuestra forma de producir y consumir energía, lo que nos acerca al Objetivo de Desarrollo Sostenible 7: Energías asequible y no contaminantes de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
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Para poner algunos casos, en China la reducción de la actividad económica disminuyó en 25% las emisiones de bióxido de carbono durante 4 semanas, de acuerdo con los análisis presentados por Carbón Brief; asimismo, en Italia la calidad del aire mejoró, disminuyendo los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), alrededor de 10% por semana durante las últimas cinco semanas según las observaciones del Servicio de Monitoreo Atmosférico Copérnico de la Unión Europea.
Entonces, ¿Esta suspensión temporal significa resultados prolongados a favor del medio ambiente?
El Director de la Organización Meteorológica Mundial OMM Petteri Talas advirtió del riesgo de considerar esta contingencia global como un sustituto de las acciones contra el cambio climático cuando todavía los niveles son aún mayores en comparación al 2019: “es demasiado pronto para evaluar las implicaciones para las concentraciones de gases de efecto invernadero que son responsables del cambio climático a largo plazo. Los niveles de dióxido de carbono en las estaciones de observación clave han sido, hasta ahora, más altos que el año pasado”, aclaró.
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, el promedio mensual de febrero de CO2 atmosférico en el observatorio Mauna Loa en Hawai fue de 414.11 partes por millón, en comparación con 411.75 ppm en febrero de 2019. Es decir, en comparación con la medición anterior, lo que mejoró fue la calidad de aire.
Pero esto es momentáneo y para los especialistas, puede significar una señal de alarma hacia otra alza de la emisión de CO2 como sucedió en la crisis del 2008, debido a la necesidad de recuperar las pérdidas económicas de los países.
«Sin embargo, ahora es el momento de considerar cómo usar los paquetes de estímulo económico para apoyar un cambio a largo plazo hacia prácticas comerciales y personales más amigables con el medio ambiente y el clima», finalizó Petteri Talas.
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El sector energético es el responsable del 89.9 por cierto (480 mil 879 millones) del total de actividades que producen más de 534 mil 613 millones de toneladas de dióxido de carbono en el planeta, en otros términos, dos tercios de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero se deben al modo en que producimos y usamos la energía, según la Agencia Internacional de la Energía.
Donde destaca el uso de combustibles fósiles (combustión de carbón, petróleo y gas produce dióxido de carbono y óxido nitroso) los cuales se usan en la industria pesada y en el manejo del transporte, mismo que produce el 27% del dióxido de carbono y es responsable en un 80 % de los daños de los contaminantes atmosféricos en las ciudades. Mientras que, por otro lado, está el consumo de electricidad y demás actividades de consumo en el hogar, las que en este momento se mantienen y aumentan durante el aislamiento.
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Al igual que muchos otros países, México tiene un compromiso con el cumplimiento de los ODS de la Agenda 2030 y a su vez, con el Acuerdo de París que tiene como meta disminuir 22 por ciento la emisión de gases para 2022 y de 30 por ciento para 2030; a pesar de ello, la reducción en el uso de combustibles fósiles y el uso de energía limpias todavía no se ha dado como un salto cualitativo.
El Gobierno de México en su Plan Nacional de Desarrollo estableció el eje transversal “Territorio y Desarrollo Sostenible” sobre el cual fija una política sustentable, asimismo se abrió el programa “Sembrando Vida”, lo que contribuye a la mejora del medio ambiente, aunque no al uso de energías verdes.
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Una de las estrategias de mitigación de emisiones de Efecto Invernadero en México, es el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios para Combustibles Fósiles el cual indica un valor de 43.77 pesos por tonelada de carbono, sin embargo, todavía falta madurar su utilidad.
Por otro lado, en el Presupuesto de Egresos PEF 2019, se estableció 28 mil 625 millones de pesos para la Estrategia de Transición para Promover el Uso de Tecnologías y Combustibles más Limpios y 61 mil 458 millones para la Adaptación y Mitigación de los Efectos de Cambio Climático, lo cual apenas si mitiga un porcentaje del CO2. Todavía hay mucho que fortalecer.
Cade destacar, que posterior en la reunión de la Secretaria de Energía Rocío Nahle con los países miembros de la OPEP, destacó en un comunicado la importancia de fortalecer las energías limpias en el país.
Este es un momento clave para construir e impulsar el cumplimiento del ODS 7 para que las energías que utilicemos sean más amigables con el medio ambiente. Esta emergencia debe verse como una oportunidad excepcional para replantear nuestro sistema económico, para transformarlo en algo más sostenible para las personas y el planeta.
Finalmente, a manera de reflexión, esta pandemia nos ha demostrado el daño de nuestra huella de carbono en el planeta, de no aprender, nos estaremos aproximando a un escenario catastrófico.
Es el momento para invertir en la ciencia y la tecnología, para modificar las actividades energéticas que están produciendo el desgaste y contaminación en el mundo, es tiempo para apostar en programas o políticas públicas más eficientes y estrictas en materia ambiental, es nuestro deber limpiar, recuperar y trabajar en los ecosistemas dañados por este sistema que ha provocado genocidios ecológicos irreversibles.
Dentro los próximos años nuestra generación jugará el partido más difícil al que se haya enfrentado y será preciso estar preparados.
Twitter: @Mar_GuerreroCas