Los nuevos procedimientos en la cotidianidad humana y el libre comercio.

Fuente: Adrián Hoffman-Networking y Trading, Roberto Sayavedra– Educador y Broker, 12 de agosto de 2018, CDMX.

Hoy en día el procesamiento del conocimiento, la dinámica laboral y las formas de libre mercado encuentran la Cuarta Revolución con las nuevas tecnologías, una nueva forma de intercambio en el “BlockChain”.

Puede decirse que parte de la población coincide con el supuesto de que hoy se trabaja en términos de oportunidades y luego aparecen los recursos; un segundo supuesto es que los avances de la Ciencia y la Tecnología son la causa para dirigir esfuerzos para sacar a la población de su pasividad, cautiverio, esclavitud, desmoralización. Uno tercero, es que a través de la educación se encuentra uno de los caminos para poder salir adelante como ciudadanos de este país.

Al respecto, se proponen a su amable consideración, una colección de acciones que se pueden llevar a cabo para contribuir con el cambio y así ser congruentes con los cambios vertiginosos en nuestra sociedad.

Vivimos momentos de nuestra historia fundamentales, ocasionados por la incorporación de las tecnologías digitales que están alterando las nociones de tiempo y espacio de los ciudadanos, así como de otras personas en vías de incorporarse a la sociedad como ente activo.

Mientras que en el siglo pasado, se caracterizaba por ser tiempo y espacio lineales, ahora éstos son exponenciales. Esto se debe a que los estudios de las neurociencias y la inteligencia artificial permiten conectar con avatares que nos acerca no sólo a desempeñar un sólo papel en la vida diaria de forma eficiente y dar resultados eficaces.

Sin embargo, por otro lado, debido a las actitudes y habilidades aprendidas en la educación básica, donde se imparten los conocimientos de la ciencia reduccionista y mecanisista, afecta las nuevas dinámicas, las cuales se reflejan en nuestras organizaciones, comportamientos y gerencias, con los que se afirma la fórmula que solo aplicando fuerzas movemos a las personas y su participación en la sociedad.

Hoy se sabe que, si nos enfocamos en el funcionamiento de nuestro cerebro para así motivar a las personas a la participación, daría mejores resultados.

De ello, existen hormonas neurotransmisoras que dan la felicidad: dopamina como consecuencia de la consigna de trabajo dada a través del lenguaje con datos de las funciones que vamos a realizar en nuestra sociedad con calidad de vida; oxcitocina como la hormona necesaria y consecuencia de sentirse necesitado o necesitar al compañero o la compañera para realizar la tarea; eritrocina que se gesta por el reconocimiento social de la obra exitosa realizada por alguno(s) de sus miembros de ese sector social; y con ellas, disminuye en mucho la endorfina, que al igual de los opiáceos, esconde la infelicidad ocasionada por el error. (Graziano, L. (2017) Los hábitos de un cerebro Feliz, Ediciones Obelisco, S.L. España)

Mucho de estas funciones mencionadas y que se realizan en la mente se gestan como consecuencia durante el convivir, con las conversaciones entre las personas: no sólo para establecer juicios, sino para llegar a acuerdos que lleven a las acciones y se obtengan las evidencias prometidas.  (Rafael Echeverría[1], (2011) Ontología del Lenguaje; JC Saez Editor, Chile) Nos debemos hoy, es decir, nos hacemos, en todas nuestras actividades en el día a día, a los tipos de conversación mencionados con las que se realizan las actividades económicas, políticas, sociales, de trading, y hoy más que antes, apoyadas por las tecnologías digitales.

Las formas de desempeño que realizamos las personas de nuestra sociedad deberán ser modificadas, esto secundando a la Revolución Digital que estamos viviendo. Aquí la analogía para una mejor comprensión de lo mencionado es recordar los tiempos de la Revolución Industrial que dio paso a la concentración de las poblaciones en las ciudades, a realizar actividades específicas en los procesos de producción y explotación de la tierra, generando creencias en las personas: “que lo que da para comer es el trabajo duro que se realiza en el día a día”.

A cambio con las tecnologías digitales, junto con las neurociencias y la inteligencia artificial dan paso a otras formas de desempeño, las cuales pueden mencionarse como de trabajo inteligente.

Pasamos de la explotación de la tierra a la explotación de los algoritmos.

Es por esto, que es fundamental que en las escuelas se debe aprender cómo es que se hacen las cosas. Porque la modernidad ahora vivida, exige educar en utilizar impresoras 3D digitales, utilizar la computadora y los algoritmos para construir en cualquier parte del Mundo el artefacto, el instrumento, la prótesis deseada. Y el productor recibe su iguala por Internet, a través de un blockchain, del algoritmo para satisfacer la necesidad o el servicio solicitado desde otra parte del Mundo.

Por lo que “el despegue de esta tecnología mejora la productividad y eleva el potencial de crecimiento, pero también,” con algo que no estamos de acuerdo, “supone una amenaza para innumerables puestos de trabajo”[2]

Para hacer frente al porvenir, debemos fomentar una cultura de prevención, no la correctiva, dónde ésta acostumbrada a los planes tradicionalistas del sistema educativo, por ejemplo, gesta Planes de Estudio que apenas alcanzan a funcionar un corto tiempo, ya que como mencionamos, los cambios en la sociedad son vertiginosos, mejor dicho son exponenciales.

Como ejemplo claro, todos los que pasamos por la escuela debemos dejar de ser consumidores y pasar a ser productores. Cuando comenzó el uso de las computadoras personales se mencionaba que las funciones de cualquier persona era de “prosumidor” es decir, productor y consumidor al mismo tiempo. Hoy todos somos productores de conocimientos para generar productos y servicios a la comunidad que los necesita.

Dentro de las tecnologías digitales y financieras está la del BlockChain; con la que se pueden gestar proyectos para llevar a la población a esquemas de vida sostenible, y casi casi, pasemos a una vida de calidad gestando conocimientos.

Por lo que para cumplir con el sueño de Friedrich A. von Hayeck, Premio Nobel de Economía en 1974:  “renunció a la planificación económica (entender esta planificación dada por los sistemas antiguos de gobierno) y decidió respetar el mercado, la competencia y la empresa privada, buscando más bien la igualdad a través de la redistribución, medidas fiscales e instituciones de vocación social, como los seguros médicos y los subsidios. Así lo hicieron los socialistas suecos y, en general, los partidos social demócratas europeos. Es verdad que, en muchos países occidentales, este socialismo democrático lo es porque ya no es socialismo en el sentido tradicional de la palabra y está bastante más cerca del liberalismo que del marxismo.” (pp. 124, Vargas, LL. M. La última llamada de la Tribu. Alfaguara)

¿Cómo entonces gestar una apropiación de la economía en cada uno de los pobladores? No sólo es crecer sus conocimientos y cambios en la misma Economía, sino pasar a la investigación y aprendizaje en la acción, discriminando información, desarrollando un pensamiento crítico y participando en las actividades de minería, trading, Trabajo en Red (Networking en inglés) que llevan, mencionado por Hayeck, a un comercio libre.[3]

Asimismo, también pasar a una mente que siempre está aprendiendo para poder adaptarse a los retos ocasionados por los cambios que se reflejan en las actividades en sociedad. Y así gestar nuevos productos y servicios donde los conocimientos de la disciplina aprendida en la escuela, como es la ciencia, permiten hacer muchos experimentos con las tecnologías digitales, dando como resultado una alternativa de solución a un problema de un determinado contexto social.

Cabe destacar, que esto está dirigido a profesionales dedicados a la Ciencia y a los campos de la Ingeniería. Por otro lado, también dirigido a los investigadores sociales, humanistas, artistas y pueblo en general, para ser productores y tener servicios sociales que no solo sean para sobrevivir, sino realizar su actividad profesional con una calidad de vida.

Es decir, una población sustentable para los siguientes sesenta o más años. (Ver Economía y Complejidad.)

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[1] Las publicaciones de Rafael Echeverría pueden ser consultadas en http://portaldelcoaching.com/colaborador/rafael-echeverria/ Y dar cuenta de su experiencia y de su axioma: El lenguaje es acción.

[2] Ver https://elpais.com/economia/2017/05/12/actualidad/1494601971_737485.html?id_externo_rsoc=LK_CC&utm_content=buffer317ac&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer Visitada el 9 de agosto de 2018.

[3] Ver http://enriqueciendoexperiencias.betosayavedra.com/otraescuela/2018/06/06/ideas-para-crecer-tus-activos/  Visitada el 9 de agosto de 2018.

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